Nicolás Maduro muestra su llamativo gorro, gran protagonista de la campaña electoral
Sergio Calleja Gómez / Juan Manuel Rodríguez Neira
Las camisetas de fútbol y los sombreros típicos se han convertido en el detalle llamativo de una intensa campaña electoral venezolana, en la que los candidatos han adoptado un estilo informal en su batalla por llegar a la presidencia del país.
En unas elecciones marcadas por el luto tras la muerte del presidente Hugo Chávez, el candidato oficialista, Nicolás Maduro, recorre el país con una colección de llamativos sombreros, generalmente típicos de la región que visita.
La nota la dio esta semana cuando abrió un acto en el estado central de Vargas con un sombrero de paja que llevaba un pájaro artificial pegado en su parte superior, lo que supuso un acto irónico tras haber dicho al inicio de la campaña que Chávez se le había aparecido en forma de un «pajarito».
Con sombreros que lo distinguen de la multitud en las campañas que realiza a diario, Maduro canta, baila y hasta se anima a contar anécdotas, emulando el estilo de Chávez.
Este hombre de 50 años y con tintes “chavistas” es el favorito para las elecciones de este domingo, con una ventaja en los sondeos de al menos 10 puntos frente a su rival más directo, el opositor Henrique Capriles.
Su bigote y su reciente afición por los sombreros le han valido comparaciones con el antiguo presidente hondureño José Manuel Zelaya.
Por su parte, Capriles mantiene el estilo informal de la campaña para las pasadas elecciones de octubre, usando la característica gorra tricolor junto con camisetas de la selección venezolana de fútbol y de los equipos de las ciudades que visita.
La semana pasada apareció con la camiseta de rayas negras y blancas del Zamora en su visita a Barinas, la tierra natal de Chávez. Capriles vistió esa camiseta pese a que el patrocinador de ese equipo es la petrolera estatal PDVSA y el presidente del club es Adelis Chávez, uno de los cinco hermanos de Hugo Chávez.
«Al ponerse una franela (camiseta) de PDVSA intenta enviar una simbología de que no existen parcelas propias del chavismo. Está buscando enviar un mensaje de integración y de convocar a los independientes», declaró el analista Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis.
Con esta estrategia pretende darle la vuelta a esos primeros sondeos y así reducir la brecha que pronostican las encuestas. El objetivo prioritario de Capriles no es otro que aumentar el caudal de votos obtenido en octubre, cuando pese a quedar a 11 puntos de Chávez logró la mejor votación de la oposición en la era chavista.
Con los sombreros y camisetas como protagonistas, Capriles y Maduro seguirán recorriendo el país hasta el 11 de abril, cuando concluye la campaña, que decidirá el sucesor del fallecido Hugo Chávez el próximo domingo día 14.