E.Castaño / V.Díaz / J.Prieto.
El fin del mundo se acerca y huele a putrefacción. Series, novelas, películas… infectados, caminates, muertos vivientes. Da igual como se les llame o en qué formato sean protagonistas, su ansia de devorar el cerebro a la audiencia es cada vez mayor. El fenómeno «zombie» ha resucitado.
‘La legión de los hombres sin alma‘ de Víctor Halpein, rodada en 1932 fue una de las primeras películas en profanar las sepulturas y dar vida a los muertos. Su afán por devorar hombres era aún una utopía. En este filme los personajes se dedicaban a asaltar tumbas y a reclutar operarios entre los cadáveres para trabajar en una refinería de azúcar. Esta primera visión auguraba un fin del mundo dulzón.
En una de sus predecesoras ‘La noche de los muertos vivientes‘ de George A. Romero (1968) la trama es más sangrienta y terrorífica. Siendo considerada como la pionera seria de este género de miedo. Una horda de personas misteriosamente infectadas tras un error científico provoca una lucha por la supervivencia para aquellos que todavía conservan su identidad.
Pero el verdadero antecedente de este género fue el largometraje del francés Abel Gance, ‘J’Accuse‘ de 1919. Los infectados, representados en esta película de una forma poética, se ven inmersos en una historia de amor, aunque su aparición estelar llega a la altura de los créditos.
Fotograma de la serie ‘The Walking Dead’.
La televisión también se ha contagiado. Y es que la muerte no es sólo protagonista de la gran pantalla. En el año 2010 el conocido fenómeno ‘The Walking Dead‘ arrasó y sigue arrasando anualmente en los hogares de gran parte del mundo. La serie creada por Robert Kirkman en EE.UU. tuvo un arranque aplastante, no obstante, hoy tiene mayor acogida en el extranjero. Buena muestra de ello es el remake que países como España ha querido hacer de la serie con Miguel Ángel Silvestre (el Duque) como protagonista.
Pero el terror no atrae a toda la audiencia. Tal es así que otras productoras televisivas apuestan por un apocalipsis más cómico y liviano. ‘Dead Valley‘ dirigida por Jordan Vogt-Roberts, también de origen estadounidense creada en 2011, trata a los muertos vivientes con humor en un fin del mundo muy reducido e interpretado asimismo por vampiros y hombres lobo. Un equipo de seguridad se encarga de eliminar las amenazas que estas criaturas suponen.
El gran fenómeno de los caminantes (Walking Dead) ha hecho sombra a esta última serie y a otras muchas como ‘ZombieFamily‘ o ‘Zombieland‘. Está basada en una novela gráfica puesto que el virus se extiende también al formato libro. El fenómeno fan es altamente contagioso hasta el punto de que los argumentos apocalípticos proliferan y contagian las librerías.
Para prevenir la infección, los auténticos amantes de los resucitados cuentan con ‘Zombie -Guía de supervivencia’ escrito por Max Brooks en 2003. El libro trata de forma detallada cómo evitar la epidemia, recoge técnicas de defensa y combate, desarrolla la importancia de la huida y el uso de los escenarios y lugares para la resistencia.
La trilogía ‘Apocalipsis Z‘ del gallego Manel Loureiro (2007 – 2008), centra el argumento en España. Toda la acción se desarrolla en la península y en sus paisajes descritos de manera muy realista, lo que promueve una relación más íntima con los escenarios y una fácil visualización. El diario es el esqueleto de la novela. El protagonista escribe sus pensamientos y sentimientos, sus sensaciones, sus reflexiones; la empatización es directa.
Las narraciones audiovisuales son muy buenas destruyendo el mundo, pero los directores nunca se animan a reconstruirlo. Dejan la esperanza en un suave rayo de sol que ilumina a los protagonistas (escasos), con sus heridas y sus aflicciones. Pero, ¿qué sucede después? ¿Qué pasa con los cadáveres? ¿Sigue habiendo caminantes? ¿Cómo afronta la sociedad la situación en escombros?
‘Guerra mundial Z‘ de Max Brooks (2006) ofrece las respuestas. Este libro documental analiza la situación a posteriori a través de entrevistas a los supervivientes: detalles económicos, tecnológicos, sociales, militares y políticos. Brooks trata el apocalipsis de forma visionaria planteando el renacimiento de la humanidad tras un fin del mundo devastador.
El fanático virus se transmite imparable y empuja a la mente a prepararse ante una utopía.
Com.única UEMC 