Virginia Manrique y Macarena Jiménez
Todos conocemos a Joseph Pulitzer como el mayor pionero de la mezcla de información y entretenimiento, llamada “infotaiment”. O por su enemistad con Hearst. O por ser, junto a éste último, uno de los creadores de sensacionalismo estadounidense que aún hoy tiene sus resquicios en la mayoría de periódicos, cadenas de televisión y medios de comunicación en general.
También le conocemos por los premios anuales que se celebran y que llevan su nombre. ¿Pero qué sabemos realmente de éstos? En su testamento, Joseph Pulitzer llamó a la creación de este premio con el objetivo de estimular la excelencia periodística. Pulitzer enumeró en ese texto trece premios: cuatro para el periodismo, la literatura y el teatro, más uno para la educación, por lo que visto desde este prisma, su creador se preocupaba no sólo del fomento y desarrollo del sector del periodismo, sino también por el progreso de la sociedad desde un punto de vista cultural bastante amplio.
Además, sensible a los cambios de la época, Pulitzer previó la creación de una comisión de vigilancia consultiva con el poder de reemplazar ciertos temas, siempre que dicha comisión juzgase que los cambios seguirían siendo beneficiosos para el público. Es decir, las categorías premiadas podrían ser reemplazadas por otras del ámbito cultural, siempre que los trabajos expuestos reportaran algún beneficio o conocimiento para la sociedad.
Resumiendo, convocó premios para el ámbito cultural y además permitió que se hicieran reformas acordes a los cambios que las sociedades sufrirían. Ya no parece tan malo. ¿Y si era ésta la manera de enmendar sus errores en situaciones como la Guerra de Cuba o la Revolución Mexicana?
Por otro lado, a pesar de ensuciar al género periodístico y de llenarlo de rumores y mentiras, ¿podemos recoger un premio que se entrega en su nombre sin más? Incluso, ¿es moral convocar premios en su nombre? Nadie lo haría con científicos que hubieran dañado a su propio gremio en el pasado. Así que, me pregunto ¿por qué lo periodistas lo hacemos?