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14 de May de 2013

La droga más peligrosa del mundo

por MI

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Ryan Duffy, periodista americano  que trabaja para la compañía VICE, publicó hace un año un reportaje, realizado en Bogotá (Colombia), sobre una de las drogas más peligrosas del mundo, denominada  escopolamina.

La escopolamina, también llamada como burundanga, es un alcaloide tropánico que se encuentra como metabolito secundario de plantas en la familia de las solanáceas. La escopolamina es una sustancia altamente tóxica y uso debe ser en dosis minúsculas. Una sobredosis de este estupefaciente puede causar el delirio, psicosis, parálisis, estupor e incluso la muerte.

La burundanga es una planta con aspecto delicado, de la cual se extrae un fruto, éste a través de un proceso químico se convierte en polvo. La sustancia queda inutilizada a la persona, aparentemente consciente y con total poder de movimiento, pero mentalmente paralizada.

Ryan Duffy, autor de este magnífico documental realizado en Colombia hace tan solo un año, confiesa que desconocía la droga, pero que la idea de que una sustancia hiciera a una persona ser incapaz de ejercer su propia voluntad, le parecía excitante y una aventura única por descubrir. Duffy revela que dedicó un poco de tiempo a intentar descifrar diferentes formas para llevar escopolamina a Estados Unidos y dársela a sus amigos. En un principio su plan era  probar la sustancia, para llegar a entender el efecto de ésta.

El productor y el cámara que montaron el reportaje, se trasladaron a Bogotá antes que el periodista, querían confirmar entrevistas  y saber hasta qué punto iba a poder obtener la información sobre la sustancia. Pocos días después, cuando Ryan se desplazó hasta la ciudad colombiana, su idea de probar este tipo de droga cambió drásticamente, es una de las escenas del reportaje, él y otro compañero tienen en sus manos la bolsa con el polvo de escopolamina, su temor es tan grande que se ponen mascarillas y en seguida la tiran en el baño.

El video está basado en una recopilación de testimonios de personas que sufrieron los efectos de esta sustancia y de camellos fuera de control que les cuentan la experiencia que les produce.

Ryan Duffy asegura estar orgulloso del trabajo realizado en Colombia, pero afirma que tenía muchas ganas de marcharse, que quería salir de allí corriendo.

Creemos que somos conscientes de todo lo que pasa en nuestro mundo, pero la mayoría de la población nunca ha oído a hablar de este tipo de planta que puede llegar a ser mortal o hacerte perder todo sin que te des cuenta.

2 de May de 2013

Todos tenemos algo que decir

por andreadelbarrio

Como decía George Orwell, “La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír”. Llevo ejerciendo el periodismo desde que me licencié en el año 2002 y con mucho esfuerzo he ido consolidándome en este mundo gracias a mi paciencia, esfuerzo, dedicación y duro trabajo.

Pero en muchas ocasiones, las cosas nunca salen como esperamos y cuando crees estar haciendo tu labor de la mejor manera posible, te das cuenta de que no siempre llueve a gusto de todos y que las opiniones no tienen por qué ser coincidentes.

Como les he dicho llevo diez años como periodista, pero los tres últimos han sido los peores desde que comencé. He sido amenazada, maltratada e incluso han intentado atentar contra la vida de mi marido y mis hijos. Y todo ¿por qué? Por intentar ejercer mi profesión y tratar de dar la información más completa y fiel a mis lectores.

Todo comenzó la mañana del 20 de mayo de 2009, día de las elecciones generales en España. Para mí, era un día importante. Tanto mis compañeros como yo teníamos que estar atentos a cualquier información, dato o hecho que pudiera producirse en las sedes pertenecientes a los candidatos de los distintos partidos políticos y en los centros donde se llevan a cabo las votaciones. A lo largo de toda la jornada, entre unos y otros conseguimos reunir los datos suficientes para poder elaborar las correspondientes crónicas, artículos de opinión y noticias que al día siguiente, como cada mañana, serían leídos por todos los ciudadanos.

Pero hubo algo que me resultó impactante. Al poco tiempo de cerrar las actas, cuando me dirigía a recoger mis cosas de una de las taquillas habilitadas a la prensa, observé algo que cambió completamente mi labor como periodista. Los dirigentes del partido que resultaría proclamado como ganador electoral introducían papeletas en las urnas donde se llevaban a cabo las votaciones.

Realmente no podía creérmelo, no podía estar pasando. Y lo que menos pensaba era que yo era la persona que lo estaba viendo todo sin apenas dar crédito. Aguardé unos instantes hasta esperar que la zona quedara completamente vacía y me aseguré que lo que mis ojos habían visto no era un simple espejismo. No me equivocaba. Me acerqué lentamente hasta allí y pude ver como aquello era cierto.

El temor y la duda se apoderaron de mí. ¡No sabía que hacer! Para una periodista como yo, eso era toda una exclusiva, la noticia del momento… pero me entró miedo. ¿Qué hago?, ¿lo cuento o no lo cuento? Estos eran los pensamientos que de forma constante se pasaban una y otra vez por mi cabeza. Después de mucho pensar y reflexionar, decidí arriesgarme, pensé como periodista y me puse en el lugar de mis lectores. A mí me gustaría conocer la verdad, ¿por qué ellos no iban a tener el derecho a saberla?

Dejé de lado datos, estadísticas, entrevistas y toda la información recogida durante ese duro día y me puse a redactar lo que sería la noticia del momento. Mi artículo creó una gran expectación entre mis compañeros, que tampoco podían dar crédito a mis palabras y, finalmente, la información comenzó a circular.

Es entonces cuando comenzó la parte más dura desde que estoy aquí. Como os podéis imaginar, toda la verdad salió a la luz, los resultados electorales cambiaron, los políticos y responsables fueron encarcelados y todo dio un giro de 360 grados. También para mí.

A los dos días de la publicación, comienzo a recibir llamadas telefónicas donde me amenazan y me dicen que van a acabar con mi vida y con la de mi familia. Me tenían controlada. A la mañana siguiente, cuando salí de mi oficina, dos hombres me agredieron  con un objeto metálico golpeándome en la cabeza, las costillas y las piernas. Todo ello acompañado de fuertes insultos y vejaciones.

Yo no era consciente de nada cuando me desperté. Me encontré rodeada de mi familia en la unidad de cuidados intensivos del hospital 12 de octubre donde pasé inmovilizada los últimos 4 meses desde el suceso. Ajena al revuelo que se había generado debido a mi estado, el caso se llevó a los Tribunales, la verdad se descubrió .Encontraron a las personas que me propiciaron la paliza y a día de hoy para mi tranquilidad están en la cárcel.

Como todos ustedes saben, el ejercicio de la labor periodística no es algo sencillo. El  artículo 20 de la Constitución Española, reconoce y protege los derechos a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante cualquier forma o medio de difusión. Además, garantiza la posibilidad de comunicar y recibir libremente información veraz.

Como cada semana desde que ocurrió el incidente, sigo recibiendo ayuda psicológica porque a pesar del tiempo transcurrido desde entonces, superarlo no ha sido nada fácil. Hoy, 3 de mayo, Día de la Libertad de Prensa, me encuentro aquí con todos ustedes como periodista, para recibir este homenaje, reconocimiento al mérito, esfuerzo y superación puesto durante toda mi carrera.

No me arrepiento de lo que hice. Me siento orgullosa de mi misma, de haber llevado mi profesión hasta aquí. De haber cumplido todas y cada una de las normas periodísticas de la forma más correcta posible, aunque esto haya podido llevarme a pasar tantos duros momentos. Si estuviera en la misma situación, volvería a hacerlo, porque considero que el periodismo no solo es cuestión de redactar sucesos y acontecimientos, sino que es llevarle al lector toda la información posible, tanto negativa, como positiva y tanto si le gusta como si no, porque también tiene derecho a saber la verdad.

Por eso, jóvenes periodistas os recomiendo que en estos tiempos tan difíciles que nos encontramos luchéis por lo que realmente queréis, que exprimáis cada segundo de vuestro tiempo a alcanzar vuestros sueños, vuestras ilusiones y no dejéis que el miedo o el temor por hacer algo pueda con vosotros. Y recordad, sed libres para expresar lo que queréis sin miedo, porque si no lo hacéis el mundo podrá quedarse sin escuchar vuestras  palabras. Muchas gracias.

20 de diciembre de 2012

«Las prácticas son el billete hacía un puesto de trabajo´´ Felix Tómillo

por monikitastyle

Félix Tomillo, director del Centro de Orientación, Información y Empleo (COIE) de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) desde el año 2007 y encargado de realizar el informe de egresados. Su labor consiste en coordinar las prácticas en empresas, la formación complementaria, la bolsa de empleo, el plan de orientación profesional, el observatorio de empleo…

               El Centro de Orientación, Información y Empleo de la UEMC sirve como puente entre los alumnos de la universidad y las empresas del mercado. Pero, ¿cuál es realmente el objetivo de este departamento?

Aparte de coordinar el servicio de prácticas de la universidad, gestionamos la bolsa de empleo y el estudio de inserción anual. En definitiva, cualquier iniciativa relacionada con las posibles salidas laborales una vez terminada la carrera.

               La UEMC cuenta con un amplio convenio con distintas empresas, pero la crisis es un obstáculo que puede degradar estas relaciones ¿Cómo se encuentra la oferta de prácticas este curso?

Depende de las titulaciones. El número de empresas dispuestas a remunerar unas prácticas ha descendido pero en líneas generales, a nivel de ofertas, más o menos se ha mantenido igual que en los últimos años.

                En España, actualmente, hay casi seis millones de parados, según revelan los últimos datos recogidos en rankia.com. Debido a la situación económica del momento, muchas empresas han tenido que reducir su plantilla ¿Cómo afecta esto a la posibilidad de acceder a las prácticas en empresa?

Lo normal es que la empresa que va mal deje de contratar a estudiantes en prácticas. O, en caso de que antes remunerasen estas, deje de pagar por ello. Pero son muy pocas las empresas que suplen las bajas de su plantilla con el trabajo de los estudiantes en prácticas. Nosotros, en nuestro caso, procuramos evitar repetir la experiencia con aquellas que realizan este tipo de política.

                El avance de las nuevas tecnologías ha permitido que las tareas demandadas por varias empresas se puedan realizar de forma online. ¿Cuál es el mercado real de esta modalidad?

La oferta de las prácticas online cada vez es mayor, fundamentalmente para todas aquellas titulaciones que lo permiten: el periodismo, la informática… todo para facilitar que los alumnos puedan adaptar sus horarios como mejor les convenga y, generalmente, desde sus casas.

                La universidad cuenta, asimismo, con un amplio abanico de ofertas de empresas. Pero en el plano educativo las titulaciones sólo exigen que se curse una o dos ¿Cuál es el máximo de prácticas que puede realizar un estudiante?

Lo aconsejable es que los estudiantes realicen el mayor número de prácticas posible.  Las prácticas son un billete directo para ocupar un puesto de trabajo, cuanta más experiencia se tenga durante la etapa de estudiante, mejor. Una vez has acabado la carrera, las posibilidades de hacer prácticas se reducen considerablemente.

               Algunas de las empresas con las que la UEMC mantiene un convenio de prácticas ofrecen la posibilidad de una contratación laboral posterior. El estudio que llevasteis a cabo hace tres años revelaba que hasta un 25% de los alumnos que cursaban las prácticas en una empresa acababan trabajando para ella ¿Qué porcentaje hay hoy en día?

El año pasado un 19% de los alumnos en prácticas ocuparon las plazas que ofertaban las empresas con las que mantenemos el convenio. Pero normalmente, las cifras se mueven entre el 20 y el 25%. Es decir, uno de cada cinco alumnos acaba trabajando para la empresa donde ha cursado las prácticas.

             Hace poco se ha estrenado el Postgrado de Habilidades Profesionales y Desarrollo del Talento ¿Qué se pretende conseguir con él?

Está destinado a que los recién titulados o aquellos que estén a punto de serlo puedan recibir una formación que les ayude a mejorar su empleabilidad desde el punto de vista de las capacidades y habilidades personales. Así como permitir que los estudiantes que han finalizado su carrera puedan realizar unas prácticas a mayores. Todo para facilitar que nuestros estudiantes entren al mercado laboral lo mejor preparados posible.

Mónica Conde.

20 de diciembre de 2012

Informarse al segundo, olvidarse al instante

por Jota Prieto Abia

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oy, el periodismo está enfermo. Y si los periodistas no se implican en hallar su cura, probablemente acabe por morirse. No se trata del periodismo que actualmente se tiende a practicar y que atiende a los intereses económicos de las grandes empresas de la comunicación, sino de la profesión ejercida por expertos comunicadores que requiere rigor, respeto y ética. Por este motivo, la sociedad ha dejado de ser consciente del importantísimo papel que desempeñan los periodistas. Su deber es y ha sido siempre contar la verdad, transmitir a las personas lo que ocurre en su entorno, ya sea próximo o no, después de haber llevado a cabo un delicado proceso de documentación y contraste de fuentes. Entonces ¿qué está envenenando al periodismo?

Todo se deriva de la atadura que las grandes empresas de la comunicación ejercen sobre sus periodistas. La única meta que estas persiguen es la rentabilidad y la obtención máxima de beneficios. Por ello, en situaciones como la que vive actualmente la economía mundial, no tienen pudor alguno en despedir a numerosos profesionales de la comunicación. Esto conlleva que los periodistas tengan que realizar todo el proceso periodístico: cubrir salidas, redactar noticias, contrastar sus fuentes, etc. en el mismo tiempo de que disponían anteriormente. Como sostiene la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, esta situación ha ocasionado que los periodistas realicen un periodismo “de notas de prensa” donde la información elaborada por las agencias y gabinetes de comunicación es tomada como verdadera en su totalidad (no con ello pretendo faltar el respeto a los profesionales de dichos medios) que, sumado a la falta de tiempo, no permite contraste alguno.

También la presión que emana de la línea editorial de cada medio rompe totalmente con la libertad, utópica libertad, de la que debería gozar un periodista. Está claro (cada vez más) que la política se inmiscuye dentro de la alta dirección de los “Mass Media”, y controla, retiene e incluso censura todas las noticias contrarias a sus intereses y perjudiciales para su salud. La verdad no debería tener color, ni ideología. La verdad está para contarse. Antes, el periodismo de investigación se encargaba de denunciar todas aquellas ilegalidades e injusticias que se cometían en el mundo. Sin embargo esta modalidad del periodismo también está enferma, tanto por la censura como por el escaso interés que los medios ponen en respaldarlo.

En último lugar, la proliferación de las nuevas tecnologías y la creciente crisis de identidad que sufre el sector, debido en gran parte a la pésima e irrespetuosa visión que la sociedad tiene de los periodistas y de su labor, ha llevado a pensar entre los individuos que cualquiera puede ser reportero. Craso error. Es cierto que cualquier persona en el mundo puede comunicar (privilegio de la raza humana), pero la labor de un periodista no radica únicamente en informar. Para llegar hasta este punto deben haberse atravesado múltiples fases tales como la documentación inicial, la recolección de datos, el contraste de las fuentes y la redacción, entre otras. Por no hablar de lo fundamental que es el rigor periodístico, un aspecto obligatorio para cualquier profesional de la comunicación. Porque no todo merece ser contado, y no de la misma manera. Cuando se lleva a cabo este ‘perdidismo’, la sociedad recibe información en apenas unos minutos, pero la olvida en cuestión de segundos.

Viñeta de Andrés Rábago, 'El Roto'.

Viñeta de Andrés Rábago, ‘El Roto’.

Los  problemas que arrastra el periodismo actual no son de comunicación, sino están ligados a la injusticia y a la deontología profesional. De nada sirve ejercer la profesión si lo hacemos sin garantías de actuar correctamente, así como que de nada sirve que los periodistas se muestren pasivos ante una sociedad que proclama una libertad de la información esclava de los intereses de los grandes titiriteros de los medios de comunicación. ¿Cuándo despertará el periodismo? ¿Cuándo despertará el pueblo?